jueves, 20 de enero de 2011

Complejidad sin complejos

La complejidad y la angustia que le corresponde: la de hacerse caos. Lo que se compadece con que el interés no se muestra nunca por lo que no se puede resumir, ni por lo que ya está resumido.
Sin embargo, la complejidad de un objeto cualquiera se entiende como una función de ese objeto y de parámetros que pueden llamarse "contexto", "historia", "circunstancia".
Así pues, complejidad o información no pueden entenderse nunca como atributos de un objeto aislado, aislado hasta de un marco de referencia y unas unidades de medida. Con lo cual, lo que hay es irremediablemente plural. O terriblemente simple.

Tomado de Maurice Vermisse, On sait jamais: Esquisses sur les vices, Paris, Éditions de la Sédition, 1996.
Agradecemos la traducción a Juan Norberto Montecristo García.